martes, 15 de marzo de 2016

CORREGIR AL QUE ESTÁ EN UN ERROR


“Si tu hermano ha pecado, corrígelo a solas… 
si te escucha, lo habrás ganado” 
(Ver Mt 19, 15). 

Lupita es una niña muy alegre y tiene muchas amigas.

Un día, platicando con Jimena, se dio cuenta de que sufre mucho por tener sobrepeso... ¡Y es que algunas compañeritas se burlan de ella!

Lo curioso del asunto es que aunque hace mucho ejecicio, parece que la báscula se niega a darle una buena noticia...

¡Qué difícil es ser aceptada así!

Jimena le tiene tanta confianza a su amiguita que le contó que ya no se come el lonche que le manda su mamá para la hora del recreo... lo tira en el cesto de basura.

Lupita la escuchó con mucha atención y gran paciencia, pero aunque le duele mucho la situación por la que está pasando Jimena, sintió que debía reprenderla por su mal hábito:

"No está bien que desperdicies la comida. Dejar de comer no resolverá tu problema. ¿Por qué no le pides a tu mamá que te acompañe al Centro de Salud para que te chequen? Quizá sólo necesites de algún medicamento que pueda ayudarte a verte y sentirte mejor".

Y así fue, Jimena y su mamá sacaron una cita. El doctor las recibió y, después de analizarla, le dio una serie de recomendaciones y medicamento para tratarse...

* * * * * * * * * *

Han pasado algunos meses... ¡Jimena está muy contenta! ¿Y Lupita? ¡También!

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