sábado, 28 de enero de 2017

Post "Obligado"


Mi Blog estaría "incompleto". Tal vez no habría modo comprensible de absolverlo por la osadía de tal omisión. Esta bitácora, si no contara al menos con una publicación que tuviera como tema las excentricidades, berrinches o iniciativas absurdas que ha protagonizado el "hombre más poderoso de la Tierra", se quedaría con un hueco bastante difícil de llenar.

Estados Unidos de América es considerado un País Soberano, constituido República Federal Constitucional, compuesto por 50 Estados (48, con sus límites "naturales" entre Canadá y México, y 2 distantes: Alaska, al noroeste de Canadá; y Hawái, que territorialmente forma parte del Archipiélago Polinesio). Además, cuenta con un Distrito Federal.

USA (por sus siglas en Inglés), se considera la principal fuerza Capitalista del Mundo, la Nación líder en cuanto a ciencia, tecnología, industria e investigación se refiere, y la segunda economía más importante del Planeta (la primera es China).

A lo largo de su Historia moderna, y después de una sucesión casi interminable de invasiones, conflictos bélicos, tratados y ocupaciones semi diplomáticas, Estados Unidos ha sido gobernada por 44 Presidentes. Algunos de ellos, de augusta memoria; otros, preferentemente ligados al olvido.

En fin, actualmente, este cargo flamante ha pasado a manos de un empresario (nadie, en su sano juicio, podría catalogarlo con seriedad un político), y la Casa Blanca, otrora conocida por ser la residencia oficial y principal centro de trabajo del Presidente de los Estados Unidos, recibe algunas de las exuberantes pertenencias e incómodos parientes del rubio magnate.

Cuesta trabajo creer que, por la vía democrática, un hombre así haya llegado a ocupar la silla presidencial, pero sea como sea, hoy ostenta el cargo y la responsabilidad de dirigir la Nación que, para muchos, sigue siendo el eje central en el rumbo económico, social y político de la gran "Canica Azul" que parece temblar entre sus manos, presintiendo el impacto de un tino temerario o de una puntería fallida.

"México" frecuentemente se encuentra entre sus discursos. Poquísimas veces se refiere a nuestra Patria con deferencia, la gran mayoría de ellas despectivamente. Desde su campaña, este hombre viene marinando la idea de un "muro fronterizo", que ponga restricciones reales a la poca calidad que, según él, solemos mandarle: Violadores, asesinos, criminales y... droga.

Las reacciones esperadas se vuelcan por doquier, la prensa, el cine, las redes sociales y las críticas mordaces de boca en boca han dejado sentir el descontento ante sus vituperios e inclementes atentados en contra de nuestra soberanía y de nuestra ya tan lastimada dignidad.

Con gran incertidumbre, algunos expectantes, otros optimistas, aguardamos el devenir de las probadas descabelladas ideas del septuagenario más famoso del momento. Mientras tanto, adoptamos el lema de su sacudida Nación: "En Dios confiamos"...

jueves, 19 de enero de 2017

TENGO SED...


En el Salmo 41, el rey David reza con un hermoso estribillo: “Mi alma tiene sed del Dios de agua viva” (Sal 41, 1).

Tener “sed de Dios”, o sentir la necesidad del “agua viva”, es un tema frecuente de la Sagrada Escritura. La búsqueda del Señor, como la de un sediento que con gran necesidad acude al agua, debe ser apasionada y gozosa, ha de florecer en los que están enamorados de un Dios que ha tocado el mismo corazón y, con él, a todo lo demás. Esta búsqueda estará llena de imágenes, de colorido, de frescura y de luz… ¡Llena de vida!

A lo largo de la historia, muchos orantes han convertido esta necesidad en un “emotivo gemido”. San Agustín dice: “Exhalaste tu perfume, y respiré, y suspiro por Ti. Gusté de Ti, y siento hambre y sed. Me tocaste, y me consumo en tu paz”. San Juan de la Cruz, por su parte, afirma: “¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido? (...) Vuélvete, paloma, que el ciervo vulnerado por el otero asoma, al aire de tu vuelo y, fresco, toma”. Esta búsqueda de Dios debe ser, para nosotros, como la de una cierva que “busca las corrientes de agua”.

Para nunca más tener sed

En el pasaje de la Samaritana (Jn 4), Jesús le dice a aquella mujer ajena a su religiosidad, que quien bebiere del agua que sale de un pozo vuelve a tener sed, pero quien bebiere del agua viva, es decir, del don que Dios mismo otorga, del Espíritu Santo, beberá “agua viva” y nunca más tendrá sed.

En otra parte del Evangelio, Jesús dice que “no quedará sin recompensa aquel que diere aunque sea un vaso de agua fría a uno de sus discípulos” (Ver Mt 10, 42, Mc 9, 41)… ¿Qué decir de aquel que da de beber a un sediento que, como Cristo en la cruz, sufre de una sed abrasadora? Dar de beber a estos “pequeños” es saciar al mismo Cristo, pues Jesús está presente en sus hermanos, sobretodo en los más necesitados. Así, pues, al dar de beber a quien lo necesita, ejercitamos nuestro amor a Dios y al prójimo, porque todo el Evangelio se reduce precisamente a esto: ¡A Amar!

Hidratarse... e hidratar

La sed es uno de los instintos básicos de nuestro cuerpo, un mecanismo esencial de regulación del contenido de líquidos y uno de los primeros y principales síntomas de la deshidratación.

En las tardes calurosas, cuando recibimos mucho sol, o luego de una jornada larga, a toda prisa buscamos algo con qué refrescarnos e hidratarnos.

La ciencia nos dice que tres cuartas partes de nuestro cuerpo son agua, y al llegar a la edad adulta, aproximadamente el 60% de ella se encuentra en el interior de las células y el resto circula por la sangre y baña nuestros tejidos. Nadie puede vivir sin agua… no duraríamos ni cinco días sin poner en riesgo nuestra existencia.

Pensemos un poco:

¿Te hidratas con frecuencia?
¿Bebes la suficiente agua natural o sólo consumes bebidas con altos índices de azúcar o de sodio?
¿Cuidas el agua o te gusta desperdiciarla?
¿Conoces a alguien que está deshidratado, o que no tiene algo sano para beber?

¡Hagamos Misericordia! ¡Que se acabe la sed!

miércoles, 18 de enero de 2017

¡NO HAY COSA MEJOR QUE SER UN DIPUTAAAAAAADO!


Y vaya que el título de este post merece credibilidad...

Según la Constitución de 1917 (la "norma fundamental", la "carta magna" que rige todos nuestros actos como mexicanos), los Diputados son los representantes de la Nación.

Como consta en su Artículo 55, para ser Diputado se requiere:

1. Ser ciudadano mexicano, por nacimiento, en el ejercicio de sus derechos.
2. Tener al menos 21 años cumplidos para el día de su elección.
3. Ser originario del Estado en que sea electo o vecino de éste con residencia mínima de seis meses.
4. No estar en servicio activo en el Ejército Federal ni tener mando en la policía rural.
5. No ser titular de alguno de los organismos de la administración federal.
6. No ser ministro de algún culto religioso.
7. No estar comprometido con alguna de las incapacidades descritas en Artículos anteriores.

En México contamos con 500 Diputados:

- 208 del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
- 109 del Partido Acción Nacional (PAN).
- 60 del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
- 42 del Partido Verde Ecologista (PV).
- 36 del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA)
- 24 del Partido Movimiento Ciudadano (MC).
- 11 del Partido Nueva Alianza (PNA).
- 9 del Partido Encuentro Social (PES).
- 1 Independiente, sin Partido.

Su Sede se encuentra en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

Actualmente, un Diputado gana desde los $ 148 000 hasta los $ 300 000 pesos mensuales. Unos $ 73 910 por su dieta mensual (unos $ 2 461 pesos diarios), agreguemos unos $ 45 786 por Asistencia legislativa y, finalmente, unos $ 28 772 por Atención ciudadana. Claro, debemos aunar a este monto los bonos y compensaciones por su cargo, aguinaldo, transporte, comunicaciones, viáticos y... pues por cualquier otra cosa que se les ocurra...

Por supuesto que el cargo amerita ciertas responsabilidades: Discutir y aprobar las leyes, vigilar las actividades del Poder Ejecutivo y, de ser necesario, gestionar soluciones de los problemas que aquejan a los habitantes del Distrito que representen.

El lema de esta Cámara de los Eximios Representantes de nuestra Nación es: "Voluntad y capacidad para generar acuerdos, para beneficio de los ciudadanos"...

En fin... junto al buen Olaf (el muñeco de nieve parlante y cantante de la cinta animada "Frozen"), al considerar todas estas cifras, creo que valdría la pena imaginar qué se siente ser un Diputado.

¿No lo crees así?

lunes, 16 de enero de 2017

SACERDOTES...


La liturgia de este día, en su Primera Lectura, nos presenta un pequeño fragmento de la Carta a los Hebreos. En ella, se nos describe maravillosamente lo que es un Sacerdote.

Comparto con ustedes un pequeño estudio al respecto.

¿Qué es el Orden Sacerdotal?

Es el Sacramento por medio del cual algunos de los fieles (varones) quedan constituidos ministros, al ser marcados con un carácter indeleble (con un sello imborrable), y así son consagrados y destinados para apacentar al Pueblo Santo de Dios, como auténticos Pastores.

El Código de Derecho Canónico señala que, cada ministro, según el grado que ha de desempeñar en la persona de Cristo Cabeza, deberá cumplir con el “Triple munus” (con el triple ministerio o servicio) de la Iglesia, llevando a cabo las funciones de enseñar, santificar y regir (CIC 1008).

Sacramento de la nueva ley

Para nosotros es dogma de fe, porque consta y está explícitamente definido (Ver Dz 949), que el Sacramento del Orden ha sido instituido por Cristo.

Consta así en la Sagrada Escritura:

Subió después a la montaña, llamó a los que él quiso y se acercaron a él. Designó entonces a Doce, a los que llamó apóstoles, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar con poder de expulsar a los demonios…” (Ver Mc 3, 13 – 15)

Al elegirlos, pues, Jesús les confió una misión particular (“apóstol”, recordemos, significa “enviado”), y les dio unos poderes particulares para cumplirla.

La Materia de este Sacramento

En el año 1947, y después de una larga controversia sobre el tema, el Papa Pío XII declaró que la materia de este Sacramento es la Imposición de manos que el Obispo hace sobre los candidatos.

La Forma de este Sacramento

Se trata de la oración consagratoria que el Obispo hace sobre los candidatos, según sea el grado que vayan a recibir (Ver CIC 1009).

Efectos del Orden Sacerdotal

Es un Sacramento que imprime carácter. Así, los consagrados quedan constituidos “sacerdotes para siempre”. En este sentido, el Orden sacerdotal se puede entender como la más plena participación del Sacerdocio de Cristo. Distinta, pues, y plenificada, respecto a la que nosotros, por nuestro bautismo, tenemos, participando del “sacerdocio de Cristo”, celebrando nuestra fe.

Grados del Orden Sacerdotal

Los ministros ejercen su ministerio de acuerdo al grado conferido. Desde antiguo se han llamado:

a) Obispos.- También llamados “Episcopos”. Su labor más importante es “vigilar” al rebaño que el Señor les ha confiado, al tanto de alguna Prelatura, Diócesis o Arquidiócesis. De acuerdo a estas encomiendas reciben el nombre de “Prelados”, “Obispos” o “Arzobispos”. Así mismo, algunos otros colaboran con los Obispos responsables, y reciben el nombre de “Obispos Auxiliares”. El Papa es el “Obispo de Roma" y el "Obispo de los Obispos”.

b) Presbíteros.- “Presbítero” proviene de una palabra griega: “Presbítes”, que significa “Anciano”. Los Presbíteros participan del Sacerdocio de Cristo en un segundo grado, y reciben también diversos nombres de acuerdo a las encomiendas que su Obispo les asigne: “Párrocos” (o “Señor Cura”), si están a cargo de una Parroquia. “Cuasi párroco”, si está al tanto de una Cuasi parroquia. “Capellán”, si está a cargo de alguna Capellanía. Los “Vicarios” son colaboradores, se trata de “los que hacen las veces de”, cuando el párroco, cuasi párroco o capellán, no estén presentes.

c) Diáconos.- Del griego “diakonía”, que significa “servicio”. Su labor principal es la de servir al Obispo. Los hay “permanentes” y los hay “transitorios”. Esto depende si su servicio será perpetuo o sólo por algún tiempo, esperando la ordenación sacerdotal.

Entre los diversos ministros que existen en la Iglesia, ocupa el primer lugar el ministerio de los Obispos, que a través de una sucesión ininterrumpida que se remonta a los inicios de nuestra fe cristiana, son los transmisores de la semilla apostólica.

El Ministro del Orden

El ministro del Sacramento del Orden, en todos sus grados, es el Obispo consagrado, así lo constata el Concilio de Florencia (Ver CIC 1112). Esto quiere decir que solo el Obispo tiene la capacidad de ordenar sacerdotes (y como adelantamos, en cualquiera de sus grados).

El Sujeto del Orden

Todo fiel, que sea varón, y que haya sido instituido como lector y acólito; además, que haya solicitado por escrito la ordenación, indicando explícitamente que lo hace libre y conscientemente; que presente los certificados de estudios convenientes; que el Rector del Seminario avale su intención y sea ratificada por el consejo episcopal; que tenga las cualidades necesarias a juicio del Obispo y que no esté impedido por ningún motivo para llevar a cabo su misión.

Efectos del Orden Sacerdotal

Sus efectos son de carácter indeleble: implica, pues, una configuración con Cristo que permite al ordenado actuar como representante suyo en calidad de “cabeza”. Como en los demás sacramentos que implican carácter, se trata de una señal indeleble. Por tanto, quienes abandonan el ministerio o son suspendidos, jamás perderán esta marca indeleble.

Nos hacen falta muchos Ministros... Oremos por las vocaciones sacerdotales.

domingo, 8 de enero de 2017

BELÉN... TRES POSTURAS DIVERSAS


La liturgia del día de hoy, ocho de enero, nos invita a considerar la Epifanía (o "manifestación del Señor a todo el mundo"), pero en nuestros ambientes es mejor conocida como la memoria de "Los Reyes Magos".

Al final del Evangelio que se lee durante esta Eucaristía, tomado del capítulo segundo según San Mateo, constatamos que, ante Belén, el lugar donde ha de nacer el Rey de los Judíos, existen tres tipos de personas... tres posturas diversas que, ante el Niño Dios, hoy mismo también podemos encontrar:

1. Los Reyes Magos

Vienen desde "Oriente", no son judíos, no pertenecen al pueblo de las Promesas, pero preguntan, buscan y se dejan ayudar... al final, encuentran al Niño... y lo adoran.

2. Herodes

Enemigo de Jesús. Se siente amenazado por el Niño, maquina un plan malévolo para exterminarlo, y termina por asesinar a los "hijos de Raquel", los menores de la Ciudad de David...

3. Los Sacerdotes y Escribas

Saben dónde va a nacer, pues conocen las Escrituras... pero no van a adorarlo. El nacimiento de este Rey (con "Mayúscula"), no les provoca demasiado interés... se sienten "seguros" bajo el favor del rey (con "minúscula") a quien, aunque no aprecian realmente, adulan...

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Hoy, también existen personas que buscan, preguntan, y con toda voluntad se ponen en camino para adorar al Señor... otros, aparecen como "enemigos" del Mesías y se sienten amenazados, su presencia les repugna y prefieren quitarlo de su vida... finalmente, otros más, continúan en su tibieza y no se deciden ante el reto de su propia conversión...

Los Reyes Magos, luego de adorar al Niño, regresaron a su tierra "por otro camino"... ¿Qué otras rutas necesitas tomar para "no volver a lo mismo"?