Celebramos hoy la Fiesta litúrgica del Sagrado Corazón de Jesús. Conozcamos un poco acerca de esta hermosa devoción...
Santa Margarita María
Alacoque, una humilde religiosa francesa de la orden de la Visitación, tuvo una
serie de visiones, recibiendo importantes mensajes para comprender mejor el
amor de Dios, en la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.
Hacia mayo de 1673, el Señor
le reveló que todos aquellos que fueran devotos y promotores de su Sagrado
Corazón, recibirían estas 12 promesas:
1. Les daré todas las gracias necesarias para
su estado de vida: Es decir, Dios les concederá cuanto fuera necesario para
vivir correctamente su vocación, como casados, solteros o consagrados.
2. Les daré paz a sus familias: Es decir,
les dará el necesario equilibrio y estabilidad a los hogares de sus fervorosos
devotos.
3. Les consolaré en todas sus penas: Es
decir, aliviará las penas y aflicciones de quienes lo reconozcan como su
Patrono.
4. Seré su refugio durante la vida y sobre
todo a la hora de morir: Es decir, tanto en vida como en el tránsito
definitivo hacia la vida eterna, recibirán la protección y amparo de su Sagrado
Corazón.
5. Derramaré abundantes bendiciones en todas
sus empresas: No se trata sólo de prosperidad económica, sino de ser
sumamente bendecidos en todo lo que sus devotos se propongan para alcanzar la
felicidad.
6. Los pecadores encontrarán en mi Corazón un
océano de misericordia: Pues así como es de inmenso el océano, así será su
Corazón y su Misericordia para quienes se arrepientan de sus culpas con
sinceridad.
7. Las almas tibias se volverán fervorosas:
Es decir, para aquellos que no terminan por decidirse, como dice el libro del
Apocalipsis, a volverse “fríos” o “calientes” (Ver Apoc 3, 15 – 16), al aceptar
esta bella devoción, se transformarán en almas comprometidas.
8. Las almas fervorosas harán rápidos
progresos en la perfección: Es decir, para quienes ya estén en camino de la
salvación, encontrarán los medios para acercarse cada vez más pronto y mejor.
9. Bendeciré las casas donde mi imagen sea
expuesta y venerada: Es decir, el Señor les promete grandes bendiciones a
todas las casas donde su imagen no sólo se coloque en sus paredes, sino donde
también se le tenga una verdadera devoción.
10. Otorgaré a aquellos que se ocupan de la
salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos: Es
decir, les promete a todos aquellos que trabajan por el Reino de Dios,
sacerdotes, misioneros, religiosos o laicos comprometidos, las gracias
necesarias para ganarse los corazones más apartados de su Misericordia.
11. Grabaré para siempre en mi Corazón los
nombres de aquellos que propaguen esta devoción: Es decir, el Señor
prometió ponerse en su corazón, a modo de tatuaje, de tinta indeleble, los
nombres de aquellos que compartan su experiencia.
12. Yo te prometo, en la excesiva misericordia
de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen
nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir
sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquel último momento: Es
decir, tendrán lo necesario para poder salvarse, para morir en paz y en la
gracia de Dios.
Las promesas se cumplen. ¡Acerquémonos a Él con gran devoción!
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