¡Esperanza!
Desde hace más de dos años, no
hay un solo día en que el mundo no se levante con una nueva noticia, por
cierto, una muy buena, de lo que dice o hace el Papa Francisco.
Su pontificado ha estado
insistiendo en la Misericordia divina, y para él la Nueva Evangelización
consiste en dar esperanza, pues si algo debe distinguirnos a los cristianos, en
este mundo tan deshumanizado, ha de ser la alegría de habernos encontrado con
Cristo y dar testimonio de su Amor con obras concretas.
Tomando en cuenta sus
palabras, y trayendo a colación algunos de sus discursos, digamos cómo podría
operativizarse, desde la Catequesis, esta Nueva Evangelización:
1. El anuncio del Evangelio debe hacerse con
testimonios de vida antes que de palabras, llevadas al mundo por personas
creíbles y capaces de hablar como Jesús el lenguaje de la misericordia.
2. La Iglesia necesita “salir”, “ir al encuentro”
de los más necesitados. Se puede hablar de esto como una “urgencia”. Se trata
de la vocación más importante del cristiano. En la Iglesia las puertas siempre
deben estar abiertas, no sólo para que los demás encuentren acogida y respiren
amor y esperanza, sino para que nosotros también podamos salir y compartir la
misericordia de Dios.
3. Nuestros proyectos pastorales deben centrarse en
lo esencial, es decir, en Jesucristo. No sirve de nada dispersarse en tantas
cosas secundarias o superfluas. Recordemos que todo el Evangelio se resume en
encontrarse con Cristo, con su misericordia, con su amor, y en amar a los
hermanos como Él nos ha amado.
4. La catequesis es un servicio precioso para la
Nueva Evangelización. Los padres de familia deben ser los primeros educadores
en la fe para sus familias, tanto con el testimonio como con sus palabras.
5. El desafío de la Nueva Evangelización y de la
Catequesis tiene lugar en cómo encontrar a Cristo, y en cuál es el lugar más
coherente para encontrarlo y seguirlo.
6. La Catequesis debe ir más allá de la simple
esfera educativa, debe conducir al encuentro con Cristo para motivar a sus
interlocutores a seguirlo y ser sus discípulos.
7. La Iglesia está llamada a transmitir en su obra
de evangelización la misericordia, por ello se propuso este año santo.
8. Aunque la misión del cristiano es idéntica, el
lenguaje con el que se anuncia el Evangelio pide ser renovado, con sabiduría
pastoral.
9. Si el Evangelio es el anuncio del amor de Dios
que, en Jesucristo, nos llama a participar de su propia vida, la nueva
evangelización es tomar conciencia del amor misericordioso del Padre para
convertirnos en instrumentos de salvación para nuestros hermanos.
10. La Catequesis es el espacio interior del cual la
vida de los cristianos madura para que tenga experiencia de la misericordia de
Dios. Se trata de una experiencia concreta con la cual comprendemos nuestra
debilidad y la fuerza que viene de lo Alto...
¡La Iglesia vive para Evangelizar! (EN 14)
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