jueves, 12 de mayo de 2016

¡BOM-BAAAAA!


Un día como hoy, 12 de mayo, pero del año 1951, el trigésimo tercer Presidente de los Estados Unidos, D. Harry S. Truman, dio luz verde para experimentar con la bomba de Hidrógeno... un arma tan poderosa, que hizo que las bombas atómicas, apenas seis años antes explotadas por su Gobierno en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, parecieran meros fuegos artificiales...

El objetivo de la prueba se ubicó en un desolado arrecife coralino de Micronesia, en el islote Eniwetok, de las islas Marshall, en el Océano Pacífico.

La bomba de Hidrógeno (también llamada "Bomba H"), en realidad se trata de un artefacto formado por dos bombas, una atómica que, al estallar, provoca una racción de "fisión" dentro de una segunda, que contiene una mezcla de Hidrógeno, Deuterio, Tritio y Litio, lo que le otorga un potencial enormemente superior a las bombas de Uranio y Plutonio...

Si esto se hizo hace 65 años... ¡Imagina lo que ahora puede hacerse!

¿Cuánto dinero se estará apostando aún en la carrera armamentista?

¿Qué ganamos con obtener armas que casi siempre impactan a gente inocente y se convierten en víctimas de intereses viles y mezquinos de los que se sienten "amos del Universo"?

Ojalá todos hiciéramos bombas, pero de esas, Yucatecas, de las que empiezan o terminan con un "¡Mare!"
 

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