sábado, 11 de junio de 2016

ENVIDIA




En una tarde calurosa, y después de un refrescante "chapuzón", mamá rana salió a dar un breve paseo con su bebé ranita...

Platicaban alegremente cuando, de pronto, bebé ranita se encontró con un animal "misterioso"... hasta entonces nunca antes lo había visto...

- Mamá, ¿cómo se llama ese animal tan grande?
- Es una vaca, bebé ranita...
- ¿Una vaca? ¡Wow, pues qué grande es la vaca!

Esta última frase no fue tan bien recibida de parte de mamá rana... bebé ranita siempre la había halagado más que a cualquier otro animal: para ella era la más bella, la más ágil, la que mejor nadaba... y ahora, que su ranita apreciaba a alguien distinta, se sintió "ofendida".

Entonces, le dijo a su hijita:

- No es tan grande la vaca... ¡Mira, yo soy más grande!

Y comenzó a hincharse...

- No mamita, la vaca es más grande...

Sin soportar el "comparativo", mamá rana siguió hinchándose cada vez más...

- ¿Así o más grande? - le preguntó un tanto incrédula y mucho más envidiosa mamá rana -
- ¡Ay, mamá! La vaca es mucho, mucho más grande que tú...

Y haciendo un esfuerzo sobrenatural, mamá rana intentó hincharse más, y más, y más, pero... tronó...

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