domingo, 5 de junio de 2016

¡ LEVÁNTATE !


Domingo 10 del tiempo Ordinario. Hermosos, como siempre,  y muy educadores los pasajes que la liturgia nos propone para este domingo, día del Señor...

Tanto la primera lectura como el Evangelio presentan eventos similares, aunque con marcadas diferencias.

El primer libro de los Reyes presenta a Elías, el Profeta de Fuego, intercediendo para que el hijo de la viuda que lo hospedaba durante su destierro regresara a la vida...

En el Evangelio, San Lucas nos presenta a Jesús, el Señor, devolviéndole la vida al único hijo de una viuda desprotegida.

Elías es sólo un hombre, por eso suplica, pide, ruega a Dios, para que le devuelva la vida al hijo de su bienhechora...

Jesús es el Hijo de Dios, y como tal, tiene el poder y por ello actúa con autoridad para devolver el espíritu al difunto hijo de una desconocida...

Naím, un pueblecito de Galilea, es el escenario del magnífico milagro con el que Jesús manifiesta su poder y muestra su misericordia ante los más pobres y desvalidos de su tiempo... Dos cortejos nutridos se encuentran: Uno, caminando desde adentro hacia las afueras del poblado, una multitud acompañando a un difunto. Otro, andando, desde afuera hacia adentro de la localidad, siguiendo y aprendiendo del autor de la vida.

Y al encontrarse, al Señor no le aflige tanto el hijo que, de manera inesperada, ha dejado de existir a tan corta edad... Jesús se compadece de la mujer, que es viuda, y que como tal, ha perdido la única esperanza de su digno sostenimiento, sin la necesidad de recurrir a oficios de "dudosa reputación" para poder comer, vestirse... y vivir...

He aquí una pequeña enseñanza con la que te puedes quedar: Si el Señor te ha levantado de la muerte, si te ha rescatado del pecado, si Él te ha mostrado su amor, si ha actuado con su bondad, perdón y misericordia, es para que también tú trabajes en favor de aquellos que hoy más te necesitan... tus padres, hermanos, hijos, esposo o esposa, tus suegros, compañeros, los pobres, ancianos, enfermos, encarcelados, migrantes, discapacitados...

Tu vida le pertenece a Dios, y Él espera que con ella des hoy mucho fruto...

¡Levántate! Es Él quien te lo ordena... 

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