jueves, 14 de julio de 2016

LA PASTORAL




“Apacienta mis ovejas…
Apacienta mis corderos”
(Ver Jn 21, 15 - 23)

El texto inspirador de este post está tomado del Evangelio según San Juan, en su capítulo 21. Los comentaristas de la Escritura sugieren que este pasaje es un “añadido” posterior, pero que da coherencia y buen fin al Evangelio más teológico y espiritual del Nuevo Testamento.

Como sea, este pasaje, en su lenguaje original, nos aporta mucha luz.

¿Me amas?

Esta pregunta se la hace Jesús a Pedro por tres ocasiones, y tres veces el apóstol contesta que “sí”, que lo ama… Así leemos nosotros la Biblia, en nuestro idioma materno, el español, pero en griego (el idioma en que fue escrito este Evangelio), existen cuatro formas diversas para referirse al amor:

1. Amor “eros”.- Es un amor pasional, motivado por el instinto.
2. Amor “stergo”.- Amor de parentesco, de “lazos de sangre”.
3. Amor “filia”.- Amor interesado, de amistad o camaradería.
4. Amor “ágape”.- Amor desinteresado, que se traduce en servicio.

Así, pues, cuando Jesús le pregunta a Pedro si lo ama, lo cuestiona con el amor “ágape”… pero el apóstol no es aún lo suficientemente entregado para amar sin condiciones, de forma desinteresada, entonces contesta a Jesús que lo ama, pero con amor “filia”…

Jesús pregunta por segunda ocasión: “¿Me amas?” (como hemos visto, usando “ágape”). A lo que Pedro responde: “Sí, te amo” (pero usando “filia”)…

Y por tercera ocasión Jesús cuestiona a Pedro; pero ahora Él es quien “rebaja” el amor, preguntando: “¿Me amas?” (usando “filia”)… El apóstol no pudo más, y se echó a llorar, comprendiéndolo todo. Finalmente, responde: “Tú lo sabes todo. Tú bien sabes que te amo” (usando nuevamente “filia”).

Jesús, entonces, le dice que, efectivamente, su amor aún es imperfecto, y no puede o no sabe dar más amor, pero que llegará un día, cuando lo ciñan y lo lleven a donde no quiera (indicándole con qué género de muerte lo habría de glorificar), y así su amor será pleno y perfecto…

Corderos – Ovejas

Entre las preguntas y respuestas señaladas, Jesús añade: “Apacienta mis ovejas”, “Apacienta mis corderos”… 2 veces le encarga a Pedro sus “ovejas”, 1 a sus “corderos”…

Los comentaristas de la Biblia sugieren que, en este pasaje concreto, Jesús corrobora a Pedro su labor de jefe y guía de la comunidad, y le encarga que, a imagen suya, pastoree el rebaño.

Si analizamos estas dos palabras, descubrimos un mensaje muy interesante:

a) “Oveja”.- Se refiere a la madre, a la “encargada” de la guía y cuidado del rebaño.
b) “Cordero”.- Son los animales pequeñitos, necesitados, y en desarrollo.

Así, si Jesús le encarga a Pedro el cuidado de sus “ovejas”, le encarga a quienes tendrán una labor importante en la Iglesia, como guías del pueblo, como miembros de la jerarquía eclesiástica. Y la responsabilidad de estos es mayúscula, quizás así se explique cómo el Maestro se las encarga por dos ocasiones…

Luego, Jesús le encomienda a los “corderos”. Es decir, a quienes forman el “rebaño del Señor”, como laicos, como miembros del “pueblo santo de Dios”. A éstos también es muy importante cuidar y pastorear.

La Pastoral

Toda actividad que la Iglesia (jerarquía y pueblo santo) realiza a favor de la guarda, custodia y conducción de sí misma es Pastoral.

El modelo por excelencia de Pastor es Jesús (Ver Jn 10). Y los “pastores”, a su imagen, desarrollaron por mucho tiempo (pero solo ellos) los tres aspectos que configuran el “ministerio” (“servicio”) de la Iglesia:

1. Profético.
2. Litúrgico.
3. Social.

Con el Concilio Vaticano II (concluido en 1965), se dio realce a la labor de los laicos (los “no clérigos”), y se extendió para todos los miembros de la Iglesia la acción pastoral, llamando a los implicados “agentes de Pastoral”.

Pastoral Profética

Se encarga de todo lo referente al anuncio de la Palabra de Dios: Catequesis, pláticas pre sacramentales, formación de agentes, etc.

Pastoral Litúrgica

Se encarga de todo lo referente al Culto, a la Celebración Cristiana: Acólitos, Sacristanes, Coros, Lectores, Monitores, etc.

Pastoral Social

Se encarga de todo lo referente a las necesidades más urgentes de la comunidad: Cáritas, Atención penitenciaria, Migrantes, Salud, etc.

Todos, pastores y pueblo, formamos parte de la Iglesia y todos somos responsables de su buen funcionamiento. Unidos a Cristo y fieles a nuestros pastores, hacemos “pastoral”…

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