“Apacienta mis ovejas…
Apacienta mis corderos”
(Ver Jn 21, 15 - 23)
El texto inspirador de este post está tomado del
Evangelio según San Juan, en su capítulo 21. Los comentaristas de la Escritura
sugieren que este pasaje es un “añadido” posterior, pero que da coherencia y
buen fin al Evangelio más teológico y espiritual del Nuevo Testamento.
Como sea, este pasaje, en su lenguaje original, nos
aporta mucha luz.
¿Me amas?
Esta pregunta se la hace Jesús a Pedro por tres
ocasiones, y tres veces el apóstol contesta que “sí”, que lo ama… Así leemos
nosotros la Biblia, en nuestro idioma materno, el español, pero en griego (el
idioma en que fue escrito este Evangelio), existen cuatro formas diversas para
referirse al amor:
1. Amor “eros”.- Es un amor pasional, motivado por el
instinto.
2. Amor “stergo”.- Amor de parentesco, de “lazos de sangre”.
3. Amor “filia”.- Amor interesado, de amistad o camaradería.
4. Amor “ágape”.- Amor desinteresado, que se traduce en
servicio.
Así, pues, cuando Jesús le pregunta a Pedro si lo ama, lo
cuestiona con el amor “ágape”… pero el apóstol no es aún lo suficientemente
entregado para amar sin condiciones, de forma desinteresada, entonces contesta a Jesús que lo ama, pero con amor “filia”…
Jesús pregunta por segunda ocasión: “¿Me amas?” (como
hemos visto, usando “ágape”). A lo que Pedro responde: “Sí, te amo” (pero
usando “filia”)…
Y por tercera ocasión Jesús cuestiona a Pedro; pero ahora
Él es quien “rebaja” el amor, preguntando: “¿Me amas?” (usando “filia”)… El
apóstol no pudo más, y se echó a llorar, comprendiéndolo todo. Finalmente,
responde: “Tú lo sabes todo. Tú bien sabes que te amo” (usando nuevamente
“filia”).
Jesús, entonces, le dice que, efectivamente, su amor aún
es imperfecto, y no puede o no sabe dar más amor, pero que llegará un día,
cuando lo ciñan y lo lleven a donde no quiera (indicándole con qué género de
muerte lo habría de glorificar), y así su amor será pleno y perfecto…
Corderos – Ovejas
Entre las preguntas y respuestas señaladas, Jesús añade:
“Apacienta mis ovejas”, “Apacienta mis corderos”… 2 veces le encarga a Pedro
sus “ovejas”, 1 a sus “corderos”…
Los comentaristas de la Biblia sugieren que, en este
pasaje concreto, Jesús corrobora a Pedro su labor de jefe y guía de la
comunidad, y le encarga que, a imagen suya, pastoree el rebaño.
Si analizamos estas dos palabras, descubrimos un mensaje
muy interesante:
a) “Oveja”.- Se refiere a la madre, a la “encargada” de la
guía y cuidado del rebaño.
b) “Cordero”.- Son los animales pequeñitos, necesitados, y
en desarrollo.
Así, si Jesús le encarga a Pedro el cuidado de sus
“ovejas”, le encarga a quienes tendrán una labor importante en la Iglesia, como
guías del pueblo, como miembros de la jerarquía eclesiástica. Y la responsabilidad
de estos es mayúscula, quizás así se explique cómo el Maestro se las encarga
por dos ocasiones…
Luego, Jesús le encomienda a los “corderos”. Es decir, a
quienes forman el “rebaño del Señor”, como laicos, como miembros del “pueblo
santo de Dios”. A éstos también es muy importante cuidar y pastorear.
La Pastoral
Toda actividad que la Iglesia (jerarquía y pueblo santo)
realiza a favor de la guarda, custodia y conducción de sí misma es Pastoral.
El modelo por excelencia de Pastor es Jesús (Ver Jn 10).
Y los “pastores”, a su imagen, desarrollaron por mucho tiempo (pero solo ellos)
los tres aspectos que configuran el “ministerio” (“servicio”) de la Iglesia:
1. Profético.
2. Litúrgico.
3. Social.
Con el Concilio Vaticano II (concluido en 1965), se dio
realce a la labor de los laicos (los “no clérigos”), y se extendió para todos
los miembros de la Iglesia la acción pastoral, llamando a los implicados
“agentes de Pastoral”.
Pastoral Profética
Se encarga de todo lo referente al anuncio de la Palabra
de Dios: Catequesis, pláticas pre sacramentales, formación de agentes, etc.
Pastoral Litúrgica
Se encarga de todo lo referente al Culto, a la
Celebración Cristiana: Acólitos, Sacristanes, Coros, Lectores, Monitores, etc.
Pastoral Social
Se encarga de todo lo referente a las necesidades más
urgentes de la comunidad: Cáritas, Atención penitenciaria, Migrantes, Salud,
etc.
Todos, pastores y pueblo, formamos parte de la Iglesia y
todos somos responsables de su buen funcionamiento. Unidos a Cristo y fieles a
nuestros pastores, hacemos “pastoral”…
No hay comentarios:
Publicar un comentario