“¿Está enfermo alguno de ustedes?
Que llame a los presbíteros de la Iglesia
para que oren sobre él y lo unjan
con óleo en el nombre del Señor…”
(Ver St 5, 14)
Introducción
La Unción de los enfermos completa los así llamados
“Sacramentos de curación”. El Catecismo de la Iglesia Católica lo define como “el
Sacramento que tiene como fin conferir una gracia especial al cristiano que
experimenta las dificultades inherentes al estilo de enfermedad y vejez” (Ver
CEC 1527).
La Iglesia cree y confía que este Sacramento está
destinado a reconfortar a los atribulados por la enfermedad (no necesariamente
a quienes están por morir, recordemos que los Sacramentos son para los vivos).
El fundamento bíblico del mismo lo encontramos en la
Sagrada Escritura en la Carta de Santiago, capítulo 5, versículos 14 y 15:
“La oración hecha con fe salvará al enfermo; el Señor lo
restablecerá, y le serán perdonados los pecados que hubiera cometido” (Ver St
5, 15).
Materia y Forma de
este Sacramento
Este Sacramento se administra ungiendo al enfermo con un
aceite especial y consagrado (OI = Oleum Infirmorum, es decir “Óleo de los
enfermos”), y diciendo las palabras prescritas (CIC 998).
Materia: El aceite consagrado para este fin (CIC
1000).
Forma: Por
esta unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia
del Espíritu Santo para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te
conforte en tu enfermedad.
Santo Tomás de Aquino enseña que la unción de los
enfermos es como una “inmediata
preparación para la entrada a la gloria”. Por tal motivo se le llamó a este
Sacramento “extremaunción”, pues se creía que éste se debía administrar sólo a
quienes se temía que estuviesen por morir. Si a este Sacramento se le unía,
además, la Sagrada Comunión, se le llamaba “Viático”, pues este alimento
“acompañaría al moribundo en su trayecto a la eternidad”.
Los efectos que
produce este Sacramento
- Aumento de la gracia santificante.- Es decir, aumento de la
amistad con Dios.
- Salud corporal, cuando convenga.- Según la voluntad de
Dios.
- Perdón de los pecados veniales.- Los mortales se perdonan
con la Reconciliación.
- Secundariamente
puede producir la remisión de los mortales.- Como caso especial, mereciendo especial
atención (peligro inminente de muerte).
Necesidad de este
Sacramento
No es necesario por sí mismo, pero a nadie le es lícito
desdeñar su recepción. Es muy conveniente recibirlo cuando se está enfermo y en
plenitud de las facultades mentales (ingreso hospitalario, cirugía o cuidados
intensivos).
Con esto, hay que comprender que este Sacramento no está
destinado solamente para el “último momento”. Como adelantamos, si se recibe
junto al viático, es de mucho provecho espiritual.
El ministro de este
Sacramento
Todo sacerdote, y sólo él, pueden administrar válidamente
el Sacramento (CIC 1003).
Al respecto, la Congregación para la Doctrina de la Fe,
emitió un comunicado especial el 11 de febrero de 2005, firmado por quien fuera
entonces su Prefecto, Joseph Ratzinger:
“Sólo los sacerdotes (Obispos y Presbíteros) son
ministros de este Sacramento. Por ello, ni Diáconos ni Laicos pueden ejercer
dicho ministerio, y cualquier acción en este sentido constituye una simulación
del Sacramento”.
Para facilitar la administración de la Unción de los
enfermos, (en casos especiales, como accidentes) los sacerdotes pueden cargar
los óleos santos consigo.
Se puede administrar la Unción de los enfermos a los
fieles que, habiendo llegado al uso de razón, estén enfermos o en peligro de
muerte, o ya hayan entrado a la vejez (CIC 1004).
Condiciones para recibir la Unción de los enfermos
- Estar bautizado.
- Haber llegado al
uso de razón.
- Tener sana intención
de recibirlo.
- Enfermedad, peligro
de muerte, o vejez.
Para recibirlo válidamente se necesita intención
explícita. Si se trata de un enfermo que ya no cuenta con el uso de sus
facultades mentales, se debe administrar si cuando las tuvo lo pidió al menos
de manera parcial (CIC 1006). En caso de que no haya certeza de muerte, se
puede administrar pero sólo “bajo condición”, es decir, antes de emitir la
forma respectiva, el ministro dirá “si vives…”
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