“Por tanto, lo que Dios unió,
que no lo separe el hombre…”
(Ver Mt 19, 4 - 6)
que no lo separe el hombre…”
(Ver Mt 19, 4 - 6)
¿Qué es?
El Matrimonio es un Sacramento de servicio a la comunidad
por medio del cual un hombre y una mujer deciden juntar sus vidas con doble
fin:
1. La perfección
mutua.
2. La procreación.
El Matrimonio es una “vocación”, es decir, un “llamado de
Dios”, que manifiesta por sí mismo la unión y el amor fecundo que Cristo
prodiga a su Iglesia.
- Es una Vocación grande: Signo vivo del amor que
Dios tiene a la humanidad y del amor que Cristo manifiesta a su Iglesia.
- Es una Vocación universal: La tienen la mayor
cantidad de personas.
- Es una Vocación privilegiada: En él, el amor goza
de la enorme prerrogativa de ser elevado a la calidad de Sacramento.
Comunidad de vida
en el amor
El Concilio Vaticano II ha hecho una descripción breve y
concisa del matrimonio en su vertiente humana. Le llama “la íntima comunidad
conyugal de vida y amor…” (GS 48)
a) Comunidad de
Vida
El matrimonio, como comunidad conyugal, está formada por
un hombre y una mujer (sin excepciones), que se integran y complementan mutuamente formando una
sola cosa: en el cuerpo, en el espíritu, en las alegrías y en las penas, en el
trabajo y el descanso, en la salud y en la enfermedad, etc.
Supone una auténtica “comunión”, mucho más
perfecta que cualquier otra clase de comunidad o de unión, más que la amistad,
más que cualquier otra agrupación económica, política, cultural, o de cualquier
otra índole.
Y es que el matrimonio comporta una comunión total que
abarca lo corporal, lo afectivo, lo psicológico, lo espiritual… Se comparte en él la vida de los cónyuges en todas sus dimensiones.
b) Comunidad de
Amor
Es inconcebible un matrimonio sin amor. Todo matrimonio que
no se asiente en el amor, que tenga su "móvil" en el amor, está destinado al fracaso. Si lo único que lo sostiene
es el placer, el atractivo físico, o el mero complemento económico, caerá
irremediablemente con el paso de los años…
Características del Amor conyugal:
a) Es un amor único.- Cuando se entrega el amor
totalmente excluye la posibilidad de otras entregas.
b) Es un amor eterno.- El amor verdadero no se reduce a
un determinado tiempo, es para toda la vida (ésta es la mejor justificación de
la indisolubilidad del matrimonio).
Formar dentro del matrimonio una verdadera comunidad de
amor presupone, como las más evidentes, estas condiciones:
- Sinceridad.
- Encuentro mutuo.
- Diálogo.
- Comprensión.
- Generosidad.
- Sacrificio.
Pecados contra el
Matrimonio
Son aquellos actos libres y voluntarios con los cuales
el ser humano ofende la dignidad del Matrimonio…
Adulterio.- Designa
la infidelidad conyugal. El que lo comete falta a sus compromisos, lesiona el
signo de la Alianza matrimonial, quebranta el derecho del cónyuge y compromete
el bien de la generación.
Divorcio.- Jesús
insiste en el proyecto original del Creador sobre la pareja humana, y suprime
la tolerancia de la Antigua Ley al respecto (ver Mt, 5, 31 – ss).
Separación.- Podría
considerarse “legítima” en ciertos casos (como mal menor). Incluso si el
divorcio civil es el único medio para asegurar ciertos beneficios puede ser
tolerado sin considerarse falta moral (CIC 2383).
Incesto.- Es
la mantención de relaciones carnales entre parientes dentro de los grados en
que está
prohibido el matrimonio (Ver CIC 2388).
Unión libre.- Se
da cuando el hombre y la mujer se unen maritalmente y no quieren tener ningún
tipo de compromiso: No hay matrimonio civil y no existe matrimonio
eclesiástico.
Unión a prueba.- Se
da cuando hay una unión que tiene cierta intención de “casarse”, pero es
arriesgada y no asegura ni la estabilidad ni los derechos de los que se unen ni
de los probables hijos que lleguen…
Actualmente estamos viviendo una seria crisis al
respecto. Oremos mucho por las parejas jóvenes, para que su intención sea la
correcta al formar un hogar, y no olvidemos pedir también por la perseverancia
de nuestros matrimonios… ¡Unidos en el Amor!
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